jueves, noviembre 17, 2011

(con) FABULACIÓN…


The Velvet Underground

I'll be your mirror








El espejo raptó su vapuleada silueta,
fue inútil impedirlo.




Detonó silente a sus reniegos.





Y se quedo con todo:
su figura, su saña, y su mudez.



miércoles, noviembre 02, 2011

Guía práctica de escalada al culo redentor...



Lunes, me despierto de lo más fresquita, cosa rara para un día de la semana y para colmo de males Lunes, si las hay!!!

Mientras termino de desperezarme le propino los últimos apapachos de despedida a mi almohada, concluidos los mimos, me destapo enrollando a los pies de mi cama sábana y acolchado, saco una de mis piernas apoyando el pie en el suelo, cuando en una maniobra complicada de explicar se me atasca el otro pie en la fucking sábana haciendo que caiga de manera contundente arrodillada al suelo ejectando mi cabeza de pleno contra el placard, pego un grito de padre y señor nuestro (??), me quedo inmóvil ante el estruendo -¡Y EL DOLOR!-, me incorporo como puedo, me visto, voy hacia el freezer, saco mi bolsita de gel refrigerante y salgo rauda hacia mi rutina laboral pavoneando lo más campante mi chichón frontal...



Martes, llego del trabajo, enjuago la poca ropa pendiente por lavar y una vez lista para ser tendida voy hacia la terraza, termino de hacerme la ama de casa (??) ejemplar, me fumo un puchito mientras me lleno los ojos de la hermosa tarde primaveral...
Voy bajando tranquilamente las escaleras cuando en otro hecho confuso todo el cuerpito gentil que porto y habito empieza a desbarrancar escalón por escalón sin pausa, decidiendo frenar la despatarrada -¡GRACIA’ DIOR!- en el último escalón de lo contrario me esperaba la jeta contra la pared, again...


Conclusión: el señor que me corteja -QUE A ESTAS ALTURAS VA CAMINO DIRECTO Y SIN ESCALAS A LA CANONIZACIÓN- acude raudo a mi llamado porque comienzo a sentir en cámara lenta que el cuerpo se me descuartiza en varios actos a saber: inflamación dorsal similar a las jorobas de tres camellos juntos -¡DOLOROSÍSIMA COMO HACE TIEMPO UN GOLPE NO ME MAGULLONA TANTO!- después el hombro izquierdo, comienza a pincharme como si dentro tuviese un enjambre de abejas y por último la cabeza comenzó a retumbarme ya sin poder recordar si me la había golpeado o no; acto seguido junto toda la papeleta de la obra social y partimos veloces -¡¡Y CON PRISA, MUCHA!!- hacia la guardia médica más cercana, una vez atendida por el traumatólogo de turno por segunda vez en la visita y con casi una docena de placas en mano, el facultativo sentencia fisura -DE NO SÉ QUÉ ESPECÍFICAMENTE- en el hombro, algo que esta entre la clavícula y el omóplato, al menos eso me recordaron que dijo el quia...







En fin, resignada debo agradecer la sabiduría de la madre naturaleza porque a no ser por mi mullido upite me podría haber quebrado la cadera sencillísimamente!!

Ahhh, también estoy profundamente agradecida a ‘esa cosa del más allá’ que se ve, todavía, no me quiere en sus huestes… :)