Pescado Rabioso
Como el viento voy a Ver
Suelen decir que mucho peor que la convicción del "no", es la incertidumbre del "tal vez", y quizás así rematarla en la desilusión de un "casi"...
El "casi" incomoda, entristece, y envenena lentamente, facturando todo lo que podría haber sido y no fue...
Quien casi murió, todavía está vivo; quien casi ganó, todavía puede arriesgar en el juego; pero quien casi amó, no amó...

Muchas son las veces que pienso en las oportunidades que deje escurrir, chances que perdí por miedo...
Y miles de veces me pregunto… ¿qué me conduce a elegir una conducta tibia?
Si la virtud estuviese en medio término, el mar no tendría olas, los días serían nublados y el arco iris se mostraría en tonos grises...
Ni la fe mueve montañas, ni todas las estrellas están al alcance...
La nada no ilumina, no inspira, no aflige ni calma, apenas amplía el vacío que cada uno acarrea dentro de sí...

Para los errores existen la tolerancia y el perdón; para los fracasos, la oportunidad y la mesura; para los amores delicados y sensibles, tiempo; porque de nada sirve abrazar un corazón vacío o economizar el alma...
Pronosticar la derrota previa a la duda de la victoria, es desperdiciar la oportunidad de merecer...

Hoy sé que no quiero que la melancolía me sofoque, no quiero que la rutina se acomode, ni que el miedo me impida intentar...
Desconfío del destino porque quiero creer más en mí...
Porque quien "casi" murió todavía está vivo, en cambio quien "casi" vive, ya esta muerto.