sábado, septiembre 24, 2011
martes, septiembre 13, 2011
Al que madruga, quién era que lo ayuda??
Hace una semana -hasta el día de hoy clarostá- venía pensando en cruzarme de vereda hasta la parada de 92, sabiendo que la hora densa que tarda en atravesarse la capital la invertiría sentándome durante el trayecto, aprovechando para dormir ese ratito extra que parece faltarme todos los días...
Desde hace menos de una semana, en dos oportunidades -la segunda me pasó hoy mismito- apenas me subo al colectivo unos extraños vahídos me dejan al borde del desmayo, motivo por el cual abochornada debí aceptar que me cedieran el asiento en ambos casos, cabe aclarar que a pesar de sufrir de presión baja, jamás de los jamases me pasó algo así, mucho menos frescamente recién levantada...
La cosa es que ese ‘malestar’ -atribuido por muchos a modificaciones en mi plan alimentario, más vulgarmente llamado dieta eternamente femenina- hizo que no terminara de decidir mi cambio de rutina matinal...
Hoy, al ratito de llegar al trabajo, me ponen al tanto de la tragedia sucedida, desde ese exacto instante un escalofrío espantoso no deja de recorrerme el cuerpo, tal vez por eso siento la necesidad de exorcizar mi tétrica paralisis existencial...

sábado, septiembre 03, 2011
Consuelo mundanal...
Tom Waits
Somewhere over the Rainbow
Me puse a pensar en la felicidad –como si tuviera pocas cosas en qué pensar seriamente- intenté concentrarme en mi propia felicidad y no hubo caso, entonces minimicé la pantalla de mi vida y me esforcé en recordar exacta y puntualmente mis propios instantes fugaces de felicidad, fue entonces cuando llegué a la conclusión de que la felicidad es como un conejo que corre detrás de la zanahoria del deseo…
A pesar de esta deducción me parece que hay que mantenerse atento a dos señales de alerta casi fundamentales; una será al concentrarse en aquello que se desea puesto que como ha dicho –creo, si me equivoco, me corrigen- el adorable Oscar Wilde: "ten cuidado con lo que deseas, se puede convrtir en realidad", y la otra trampa posible será suponerse feliz una vez alcanzado ese deseo...
Por eso señoras y señores, hay que masturbar el día a día, tal vez así se obtenga el deleite de acariciar ese espasmo orgásmicamente sutil llamado felicidad!!