A finales del 2011 tomé la decisión de comenzar terapia, mi primera cita fue el mismísimo 26 de Diciembre del mismo año –solamente a mí se me puede ocurrir programar y aceptar una primera sesión de terapia después de Navidad–, ese día llegué a mi turno con la Lic. Figueroa con más de media hora de antelación –siempre asisto a mis consultas médicas con una puntualidad british sumamente alpedística dado que la puntualidad no me ha garantizado ningún beneficio extra y menos a la hora de los dictámenes médicos–, al abrirse la puerta del consultorio una sonrisa de oreja a oreja en señal de bienvenida me recibió, detrás de ese gesto franco, descubrí a la profesional sin amortiguar mi nerviosismo en lo mas mínimo...
De esa primera sesión sólo recuerdo la introducción:
- Bueno, decime qué te trae por acá? ¿Qué es lo que anda pasando?
- Solo siento que no tengo ganas de despertarme, quisiera dormirme y no despertar más.
Las miradas se congelaron y supe que a partir de mi sincericidio en extremo, ella seria la encargada de guiarme hacia esa caja de herramientas oculta en algún resquicio de mi interior...
Las visitas se sucedieron, empecé y continué tomando determinaciones –algunas de ellas han sido tan repentinas que ni siquiera llegué a contárselas–, sorprendiendo gratamente –creo–, a mi psicoloca...
Desde un principio ella me catalogó como: feroz, determinante, sincera, transparente, sin filtros, y algunos calificativos más que todavía me están cerrando (?)
Hace un par de sesiones atrás, espontáneamente, ambas comenzamos a tirar frases que no quedaron para nada suspendidas en el aire como por ejemplo:
- Es mejor que te tengan miedo a que te tengan lastima.
- Tengo que aprender a regalar mi ausencia a quienes no saben apreciar mi presencia.
Y como corolario –justo cuando estaba agarrando el picaporte–, me tira un:
- El inicio de tu historia de vida probablemente no haya sido muy feliz, pero eso no te convierte en lo que sos, el desenlace esta en lo que vos decidas SER.
La miré con todo el peso de lo vivido que intento barajar, a lo que me dijo:
- KUNG FU PANDA 2, ¿no la viste? Te la recomiendo, te va a hacer pensar màs todavìa!!