Enrique Bunbury “El Viento a Favor”
Confió en el intento de saberse siempre segura y atenta de todo lo que a su alrededor pasaba...
Aunque terminó por darse cuenta de que solo divagaba y que permisiblemente le gustaba engañarse atentando contra su propio juicio, buscando escapar de la realidad, su realidad !!
Quizás, la vida esté llena de símbolos y de misterio, se decía inquebrantable pero inquieta...
No trataba de rebuscarle un sentido a ese por què pasan las cosas, algo íntimamente le decía que sería inútil...
Prefirió creer que el destino era el que ponía las circunstancias a lo largo del camino, y sin parámetro alguno no se preocupó por entender ni perder tiempo en aclararse nada...
No intentaba sortear la soledad, su compañera inseparable en cada viaje sin trazo ni destino...
Inevitables fueron los interrogantes...
Y al fin lograron acorralarla...
Hasta que un día dentro de su conciencia absoluta resucitó en suspiros sutiles, se convirtió en aire, brotó como alimento de una ilusión y se ejectò abismal y completamente a la locura; sin dejarse atrapar por lo incierto del destino...
Categórico es el estado del pensamiento que desquicia la mente a toda hora y en todas partes...
(Èste cuentulis vino como excusa perfecta pa' dibujar un poco la tristura asì que para quien/es se les ocurra leerlo, ya saben que con un "click" voilà)