INalterable…

Carla Bruni

L'amour

La fotografía es la experiencia trágica de lo irreversible…

Seguramente, todos registramos los momentos ‘valiosos y significativos’ de distintas formas, cada uno tiene su forma de ‘sentir la vida’ y eso no lo podemos definir…

Quizás ‘poner límites’, es lo que indica ‘definir’, dentro de qué fronteras podemos saborear la vida…

Aunque más a la corta que a la larga resolvemos darnos cuenta de que lo importante es ‘sentirlo’, disfrutar sin que la conciencia interfiera, tan sólo la emoción, tan sólo la vivencia de un instante…

A veces esos trozos de ‘vida’, son alcanzados por unos ojos curiosos, unos ojos capaces de desgajar todo lo que rodea un ‘instante’, tan sólo unos segundos de vida en que se siente que es el momento justo de apretar el botón y dejarlo eternizado en una lámina, para que, muchos años después, puedan ser revividos por millones de otros ojos...

En ese justo momento ya no sólo se percibe la sensación apresada, sino también el arte, la precisión, la luz, el encuadre, con que unos ojos sabios y una emoción, optaron por hacerlo perenne, no sólo para él, si no para todos aquellos ojos que relevaran su mirada, reasumiéndose…

Así podemos saber cómo eran los niños, los besos, las miradas, las calles, los cafés de hace decenas, centenas de años, la vida en la calle, en la escuela, en un parque, en una playa, o en el más oscuro taller donde hombres y mujeres trabajan…

Esta es tan solo mi humilde síntesis critica ante la presencia del arte fotográfico, arte en el cual se ha entretenido y vivido un pescador de imágenes, de un ‘momento vivido’, sin que haya nadie que se acuerde de ese exacto momento…

Sugerir es crear, describir es destruir.

Palabras de Robert Doisneau